Page 63 - Un paseo por el espacio

NAVEGACIÓN
La navegación por satélite y el posicionamiento global son una de las aplicaciones espaciales más conocidas en nuestra vida cotidiana. No es difícil en- contrar un automóvil moderno que lleve entre sus ac- cesorios un receptor GPS mediante el cual podremos determinar nuestra posición exacta sobre la superficie terrestre.
El sistema fue ideado en los años 60, cuando Esta- dos Unidos decidió que necesitaba de tal servicio para guiar sus misiles hacia objetivos concretos. La utilidad en el ámbito civil pronto resultó evidente.
¿Qué hacen estos satélites situados en órbitas di- versas, como un enjambre rodeando la Tierra? Sim- plemente emiten una señal de radio que incluye in- formación horaria del momento en que fue generada. De esta forma, un receptor instalado, por ejemplo, en un automóvil, puede calcular automáticamente a qué distancia se halla del satélite. Si recibe ese tipo de información de varios satélites al mismo tiempo, los cuales se encontrarán en puntos distintos del cielo, tendremos todo lo necesario para triangular nuestra posición y determinar así nuestras coordenadas de longitud, latitud y altitud. En otras palabras, sabremos en todo momento dónde estamos sobre un mapa y a qué velocidad avanzamos. Un programa especial será entonces capaz de indicarnos qué ruta seguir para lle- gar a un determinado lugar.
Dos son los sistemas principales en activo: el GPS estadounidense y el GLONASS ruso. Ambos tienen numerosos satélites en órbita, que garantizan una cobertura casi completa. Y aunque estos sistemas siguen siendo usados por los militares, disponen de señales libres lo bastante precisas para que cualquiera pueda utilizarlas. Con ellos, los rallyes en el desierto son más seguros y las motos que siguen a los ciclistas pueden informar mejor de los tiempos y las distancias entre los corredores. El transporte terrestre o los taxistas tienen en el GPS una ayuda muy valiosa, lo mismo que los barcos en alta mar, cuando el mal tiempo limita su visibilidad. Los científicos, por su parte, emplean el GPS de forma rutinaria, marcando yacimientos arqueológicos, midiendo el desplazamiento de fallas tectónicas, haciendo
Foto: ESA/P.Sebirot
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