Page 33 - Un paseo por el espacio
P. 33

                 piedras por combustible; ahora bien, ¿cómo arrojar éste a gran velocidad? Muy sencillo: quemándolo en la llamada cámara de combustión del motor, que es una especie de gran caldera donde se producirán los gasesquesaldránporsísolosalexterior.Éstees,en esencia, el principio básico del motor cohete químico.
Lo llamamos cohete químico porque lo que ocurre en su inte- rior es una reacción química. Pensemos en una chimenea donde echamos algunos
troncos para calentarnos.
La leña, que es el combus-
tible, no sería capaz de que-
marse si no hubiera oxígeno en la
atmósfera. En el espacio no lo hay,
así que en nuestro cohete tendremos
que transportar tanto el combustible como
el oxígeno (u otra sustancia que haga su
papel). Los almacenaremos por separado,
en sendos depósitos, y la compleja maquina-
ria del motor se ocupará de inyectarlos en las proporciones adecuadas en la citada cámara de combustión para que se produzca la reacción quí- mica buscada (los gases calientes que saldrán a gran velocidad).
¿Qué tipo de combustibles podemos utilizar? Uno muy habitual es el queroseno, un derivado del petró- leo que se usa también en los aviones y que es líqui- do a temperatura ambiente. Para quemarlo, el oxí- geno es ideal, pero como en su forma gaseosa ocupa
demasiado espacio, se convierte en líquido enfriándolo a temperaturas extremadamente bajas (-222 °C). Otro combustible ampliamente utilizado es el hidrógeno, que también
deberá ser licuado (-252 °C). Una chispa eléctrica bastará para encender el queroseno o el hidrógeno en presencia dE 20 lanZadorEs de oxígeno y desencadenar lo que andamos buscando: ¡un motor en marcha! Si nos
En El mundo Hay actualmEntE opEratiVos más
¿CÓMO...? 02
  diFErEntEs
fijamos en el extremo del motor, veremos que tiene aspecto de campana. Se trata de la tobera, un sistema que permite a los gases que salen alcanzar una velocidad
aún mayor y que el motor funcione mejor. Orientando un poco esa tobera puede con- seguirse incluso que el cohete cambie de dirección. Si queremos parar el mo- tor, bastará con que cerremos el paso del
combustible.
Aunque la propulsión quími- ca líquida es muy utilizada, no es la única. También existe la propulsión química sólida. Heredera de nuestro cohete de verbena, su versión es- pacial consiste en algo más que un cartucho de pólvora. Los aceleradores laterales de la lanzadera espacial son de este tipo y, por lo tanto, resulta obvio que pueden ser gigantescos. Son sencillos de construir y, una vez en-
cendidos, funcionarán hasta agotarse.
COMISIóN
proespacio
de TEDAE
  33







































































   31   32   33   34   35