Page 85 - Un paseo por el espacio

trabajar en el espacio
Aunque son cente- nares los hombres y mujeres que han
viajado al espacio, éste es aún un gru- po privilegiado. Mu- chos miles son los candidatos deseo- sos de alcanzar una
futura plaza en una nave espacial y la mayo- ría no lo conseguirá, debi- do a la enorme competencia Sin embargo, no es necesa- rio ser astronauta para im- plicarse profundamente en la
ciencia astronáutica.
En efecto, para que un as- tronauta pueda viajar al cos- mos o, de igual manera, un cohete, satélite o sonda in- terplanetaria, debe existir detrás un numeroso grupo de especialistas, ingenie- ros y técnicos, directores de programa, científicos e incluso economistas y políticos, que den forma a un proyecto y lo ha-
gan posible.
La ingeniería es quizá el ámbito que reclama el mayor número de plazas (aeronáutica, electrónica...). De sus diseños surgirán los sistemas que harán realidad las naves del mañana. No obstante, se necesitan químicos que encuentren nuevos materiales, médicos que investiguen el papel del ser humano en órbita, físicos que calculen cómo viajar de forma eficiente y, cómo no, científicos que desarrollen experimentos y analicen los resultados obtenidos por los vehículos y los astronautas en sus viajes.
Algunas personas eligen la carrera militar para convertirse en pilotos de aviones a reacción y aspirar luego a hacer lo propio en una nave espacial. Pero también es verdad que todos son licenciados o doctorados en alguna especialidad, muchos son ingenieros o científicos. Los jóvenes que quieran volar algún día al espacio o trabajar en algún programa relacionado, aquí en la Tierra, deberán perseverar en su esfuerzo por seguir ese camino. La educación y la preparación, así como el trabajo colectivo y el conocimiento de otros idiomas, serán el principal atajo hacia ese objetivo.
Quizá alguno se convierta, andando los años, en la primera persona que pise Marte.
¿QUIÉN...? 05
COMISIóN
proespacio
de TEDAE
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